La mañana del 10 de marzo me levanté muy emocionado porque esa tarde haríamos una asamblea estudiantil por nuestras demandas al consejo superior, temía que saliera mal, o que el Consejo no quisiera oírlas.
Yo estaba estudiando derecho, pero me era difícil interesarme en las clases, porque la mayoría de mis profesores no se preocupaban por ayudarnos a ser buenos ciudadanos.
En la asamblea decidimos hacer huelga si las autoridades decidían, otra vez, ignorar nuestros reclamos. Y para organizarnos mejor creamos el Comité Pro-reforma, con delegados de las tres facultades, ingeniería, derecho, y medicina. El delegado de derecho era un conocido mio, Horacio Valdez, era un hombre de bien, de pensamiento muy avanzado que siempre me decía que las mujeres deberían tener igual derecho a estudiar que nosotros.
Cuatro días después, el Consejo Superior decide "no tomar en cuenta ninguna solicitud estudiantil" por lo que fuimos a huelga inmediatamente, por tiempo indeterminado. No estaban todos convencidos de esto ya que había que perder clases y no confiaban en que lo lográsemos, pero yo estaba seguro, porque creía que era más importante en ese momento intentar conseguir una mejor educación para nosotros y generaciones futuras, que preocuparnos por unos días de clase. Aunque después me di cuenta de que no exageraban y no fueron solo unos días los que hubo que sacrificar.
Por suerte, recibimos el apoyo de agrupaciones universitarias de todo el pais, y esto generó más confianza y más movilización.
El 2 de abril el Consejo Superior, en un intento de mostrar que tenían el poder, y que la situación estaba en sus manos, decidió clausurar la Universidad por tiempo indefinido, aunque fue solo una formalidad ya que todos estábamos participando de la huelga.
Estábamos bastante enojados y preocupados por si los diarios tergiversaban la huelga informando que no habia calses simplemente por el cierre que habia definido el consejo superior. Pero me tranquilizó un rumor de comunicación con buenos aires, que decia que estaban de nuestro lado.
Confiabamos en Yrigoyen que había sido el primer presindente desde la ley saenz-peña, que transformaba el voto en universal secreto y obligatorio; y permitió a la gente común poder votar.
Y asi fue, ya que el 11 de abril, una semana después, pusieron un interventor en la Universidad, Nicolás Matienzo.
Ese día tomamos conciencia de que nuestra organización nos iba a permitir conseguir nuestras reivindicaciones, habiamos constituido la Federación Universitaria Argentina(FUA).
Después de una larga negociación, el 28 de abril, finalmente pudimos volver a clase, y triunfantes ya que se habia reformado el estatuto y los docentes, titulares y suplentes, pasaron a formar parte de los Consejos Directivos, pudiendo elegir a los decanos mediante asambleas. Aunque seguían sin tener en cuenta los intereses de los estudiantes.
El 31 de mayo, en una reunión del Consejo Superior, se eligió al vicerrector que habíamos propuesto los estudiantes y éste convocó una Asamblea Universitaria, para el 15 de junio elegir Rector.
Desde la FUA mostramos nuestro apoyo al Dr. Martínez Paz.
Pero en la votación hubo fraude y ganó Antonio Nores, inmediatamente tomamos las calles y resolvimos la huelga, exigiendo la renuncia de Nores.
Desde la FUC se convocó a otras federaciones a que adhirieran a la huelga general y se difundió el Manifiesto a los Hombres Libres de Sud América, publicado el 21 de junio por "La Gaceta Universitaria".
Al cabo de poco tiempo recibimos felices la respuesta de adhesión por parte de estudiantes y obreros del país.
A partir de esto, nuevamente, el Consejo Superior cerró la Universidad en julio. El gobierno nacional tardó sólo dos semanas en designar un segundo interventor y el rector renunció, por lo que revocaron la intervención.
A partir de esa fecha empezamos a reunirnos durante todo un mes en distintos lugares como plazas o la casa de algún compañero y hasta en locales de Sociedades Mutuales de Trabajadores. Finalmente decidimos tomar la Universidad y el 9 de septiembre lo hicimos ochenta y tres estudiantes liderados por Enrique Barros, Horacio Valdez e Ismael Bordabeher.
Inesperadamente y con violencia el ejército irrumpió en el edificio y luego de forcejeos y golpizas nos desalojaron.
Despues de ese brutal incidente el gobierno nacional volvió a designar un interventor, el ministro Fernando Gómez.
Finalmente el 11 de septiembre Gómez anunció la más amplia reorganización que abarcaba desde los estatutos hasta los planes de estudio. Renovando las plantas docentes y permitiendo la docencia libre y nuestra participación en el gobierno de las universidades.
El movimiento reformista habia triunfado; y pronto se extendería a otros países.
Links internos:
Links externos:
- http://es.wikipedia.org/wiki/Reforma_Universitaria_(Argentina)
- http://www.alternativabolivariana.org/pdf/cordoba.pdfhttp://www.fmmeducacion.com.ar/Historia/Documentoshist/1918universidad.htm
- http://www.unc.edu.ar/institucional/historia/reforma
- http://www.fmmeducacion.com.ar/Historia/Documentoshist/1918universidad.htm
Hola Catalina, me gusto mucho tu trabajo. Se nota que buscaste informacion y la supiste adaptar muy bien a la historia. Se ve muy bien reflejada la situacion que viven los estudiantes. Pienso que cumpliste la consigna y que la impresion que causa en el lector es muy satisfactoria. Tal vez, bajo mi punto de vista, en ciertas partes hubiera preferido mas detalles sobre lo que el personaje sentia y no solo la informacion precisa. Sin embargo, hiciste un muy buen trabajo. Pompidu
ResponderEliminarBuen relato, coloca al personaje en los acontecimientos que darán lugar a la Reforma Universitaria. Aprobado
ResponderEliminarComentario: pertinente. Aprobado.