Consigna 1º Integrador

Para este número de "Relatos del siglo XX" le pedimos elabore un artículo de 6.000 caracteres con al menos tres links internos al blog de la materia y tres links externos a páginas que usted sugiera en el cual construya un relato de algún personaje (obrero/a, estudiante, empresario, político) en un hecho histórico de la primera mitad del siglo XX.
Se evaluará la originalidad del relato en su capacidad de situarlo en su contexto histórico y las relaciones que establezca de los hechos con su vida. Deberá sumar alguna imagen y destacar un párrafo síntesis que destaque el contenido del mismo. No podrá tomar un tema que haya elaborado en su trabajo práctico.
El plazo de presentación es el miércoles 29 de junio a las 12 hs. El mismo se posteara con el mail clave que oportunamente le fue dado.
A su vez, se le pedirá que evalúe un artículo en forma anónima con seudónimo, señalando fortalezas, debilidades y sugerencias de cambios al artículo. Este comentario deberá ser realizado antes del viernes 1 de julio.

domingo, 3 de julio de 2011

Mis ancestros.

Mi nombre es Alejandro Gabriel Kellner y voy a hablar sobre mis bisabuelos y mis abuelos por parte de mi madre y de mi padre. Voy a comparar como fueron sus vidas en la primera mitad del Siglo XX, fundamentalmente en cuanto a las diferencias entre quienes vivieron los tiempos de la Segunda Guerra Mundial en la Argentina, en Europa o como recientes inmigrantes cuando llegaron a la Argentina.
Mi abuela materna nació acá, en Argentina, en el Gran Buenos Aires, en la zona de Lomas de Zamora, que en esa época no había nada, era todo campo y vivió la Segunda Guerra Mundial acá. Mis abuelos paternos estaban recién llegados a la Argentina, escapando del nazismo que ya estaba instalado en Europa, y de la guerra  que se perfilaba como inevitable. Mi abuelo materno vivió en Europa todo el proceso de la Segunda Guerra Mundial, siendo soldado, y vino a la Argentina recién después de terminada la misma.
Mi abuela por parte de mi mamá nació acá en la Argentina, sus padres, mis bisabuelos (que eran primos entre sí), vinieron alrededor de 1890 desde Italia buscando mejorar sus condiciones de vida y las condiciones favorables que los gobiernos argentinos promocionaban en ese entonces. Llegaron y se quedaron en la casa de familiares que habían venido antes y empezaron a trabajar “desde abajo”. El papa de mi abuela, mi bisabuelo, era conductor del medio de transporte público que se llamaba  “tranvía a caballo” con un recorrido que iba entre Lomas de Zamora y Constitución. Mi bisabuela trabajaba de madre de crianza en un hospital público, algo parecido a una enfermera, cuidaba a los chicos enfermos que estaban internados en el hospital que no tenían padres y les daba de mamar. Mi abuela nació como última hija de 6 hermanos en 1926 y trabajó desde muy chica, desde los doce años, en una fábrica de pirotecnia y mas tarde hizo trabajos de costura para una casa de ropa muy famosa de esa época. Después cerca de los 20 años trabajó de enfermera, como su madre en el Hospital de Niños. Mi abuela vivió la época de la guerra y de la crisis del ’30 acá en Buenos Aires y recuerda la escasez de alimento y productos que había ya que acompañaba a su mamá a buscar una vez por mes alimentos a la comisaría (harina y azúcar). En resumen, vivió el segundo cuarto de siglo en un ambiente de trabajo, a los ojos de ella, o al menos en sus recuerdos y dada su corta edad, sin preocupaciones destacadas por hechos político, en un ambiente constante progreso.
Mi abuelo por parte de mi mamá vino a la Argentina en 1950, después de terminada la guerra; él era italiano y combatió en la Segunda Guerra Mundial para Italia. Cuando termino la guerra e Italia había quedado devastada. Con la falta de posibilidades que se presentaban, pensaba en seguir el mismo camino que su propio padre había recorrido medio siglo antes, al emigrar a los Estados Unidos para encontrar trabajo y ahorrar un capital. Ese bisabuelo luego regresó a Italia, y con lo ahorrado logró comprar unas tierras para cultivar, estas  serian el sustento de toda la familia, cultivaban vid y nueces. Pero para mi abuelo eso no serviría de sustento, ya que esos terrenos serian luego compartidos con varios de sus hermanos. Así que buscó similar suerte a la de su padre, y  vino para la Argentina en busca de trabajo. Resulta que casualmente alquilaba una habitación en la casa de los padres de mi abuela, que ahí fue donde se conocieron. Ya en el 1952 se casaron y en 1954 nació mi mamá.  En este caso, la primera mitad del siglo XX se recuerda como una época de escaseces, tiempos de trabajo duro, o directamente falta de trabajo. Tiempos de conflictos bélicos, que en definitiva pueden invocarse como el origen de las dificultades que los individuos tuvieron que soportar. Y eso sin contar el hecho de haber servido como soldado en su tierra.
Mi abuelo por parte de mi padre vino a la Argentina, en 1938, desde Austria escapando del nazismo y de la invasión que Hitler ya había realizado en su país vecino. Él era un asistente de dirección en la producción de películas de cine y ya había empezado a mandar curriculums para Argentina estando aun en Europa. Tenía el antecedente de su tío que ya había emigrado a la Argentina casi una década antes. Esto posibilitó que la tía de mi abuela solicitara una “llamada” de su marido para poder ingresar al la Argentina, que ya empezaba a restringir las posibilidades de emigración. A su vez  la tía de mi abuelo logró que pudieran venir su propio padre (mi tatara-abuelo), su hermana (mi bisabuela) y mi abuelo. Éste logró conseguir un  trabajo como fotógrafo, pero para eso se tuvo que trasladar a Córdoba, a Villa María. Trabajo de fotógrafo un tiempo, y después se empezó a dedicar a la industria, entro en una empresa de neumáticos donde trabajo mucho años de su vida hasta convertirse en gerente de compras y siguió trabajando ahí. Mi abuelo tuvo una rápida inserción y bienestar, en parte por llegar a un nuevo país en el que ya se contaba con una base de familiares arraigados, y en parte por la formación cultural-profesional, que es un bien que aun en tiempos de guerra no se pueden confiscar.
Mi abuela por parte de mi papá, también austríaca, vino semanas después que mi abuelo junto a su padre y su madre (mis bisabuelos), pero en un momento ya mucho más complicado que él, también huyendo de los nazis y tratando simplemente de salvar sus vidas. Vino a la Argentina en el último barco que salía de Europa, ya que después las comunicaciones se interrumpieron porque ya era muy peligroso viajar por el océano, debido a la guerra. Mi bisabuela pertenecía a una familia pudiente de Austria, eran 14 hermanos, con una sólida posición económica y social en una ciudad cercana a Viena, y referentes de toda la comunidad. La casa familiar era muy grande (recordemos que eran 14 hermanos). Cuando las fuerza de Hitler anexaron Austria, y el nazismo empezó a perseguir a los judíos, la gran casa familiar fue confiscada, aunque mi abuela y bisabuelos ya no vivían en ella. El bisabuelo se dedicaba al comercio y repentinamente tuvieron que abandonar todo, su forma de vida, sus propiedades y sus bienes. Hasta el último día de su vida, mi abuela se lamentaba de que “le habían sacado hasta su bicicleta”. Tenía 12 años en ese momento. Cuando mi abuela y sus padres, mis bisabuelos, llegaron acá a la Argentina no tenían nada de nada. Con la poca plata que pudieron traer vivieron bastante tiempo en una habitación de un conventillo en Maipú y Córdoba, donde, al principio, lo único que podían llegar a comer una vez al día, era un pan con manteca a la noche. Pero estaban contentos; estaban vivos. Después lograron tener en la habitación un pequeño calentador a querosén. Al poco tiempo, el padre de mi abuela murió de cáncer, y mi abuela con mi bisabuela se tuvieron que arreglar con lo poco que tenían. Después de terminada la guerra, con Hitler derrotado, el gobierno austriaco le devolvió a mis bisabuelos su casa en Austria, la cual a pesar de ser enorme y tener muchas habitaciones, estaba todo tan desvalorizado después de la guerra que, con la venta de esa casa, solo pudieron comprar dos departamentos de un ambiente acá en Buenos Aires. Uno de esos departamentos lo usaban para vivir, mientras que el otro lo alquilaban y de eso vivían. En el caso de mis abuelos paternos, podemos decir que los hechos políticos produjeron una emigración forzada, buscando fundamentalmente la sobrevivencia.

De la comparación de como fueron las vidas de mis antepasados durante la primera mitad del Siglo XX, fundamentalmente en cuanto a las diferencias entre quienes vivieron los tiempos de la Segunda Guerra Mundial en la Argentina, en Europa o como recientes inmigrantes cuando llegaron a la Argentina, surgen estos hechos que se dan en la historia de muchas familias.

http://elmundoenelsigloveinte.blogspot.com/2011/04/crisis-del-29-cuando-todo-se-caia.html

2 comentarios:

  1. Mi opinión es que el relato es muy interesante de por si, sin embargo, es bastante pesado en cuanto a la lectura y un poco confuso, debido a la gran cantidad de "historias" que se cuentan al mismo tiempo. Además hay algunas faltas de ortografía y una oración que no esta muy clara. Sin embargo me pareció Muy bueno el tema que elegista ya que es de gran interes para la historia del mundo y además me gusto mucho.

    Corcho

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