Consigna 1º Integrador

Para este número de "Relatos del siglo XX" le pedimos elabore un artículo de 6.000 caracteres con al menos tres links internos al blog de la materia y tres links externos a páginas que usted sugiera en el cual construya un relato de algún personaje (obrero/a, estudiante, empresario, político) en un hecho histórico de la primera mitad del siglo XX.
Se evaluará la originalidad del relato en su capacidad de situarlo en su contexto histórico y las relaciones que establezca de los hechos con su vida. Deberá sumar alguna imagen y destacar un párrafo síntesis que destaque el contenido del mismo. No podrá tomar un tema que haya elaborado en su trabajo práctico.
El plazo de presentación es el miércoles 29 de junio a las 12 hs. El mismo se posteara con el mail clave que oportunamente le fue dado.
A su vez, se le pedirá que evalúe un artículo en forma anónima con seudónimo, señalando fortalezas, debilidades y sugerencias de cambios al artículo. Este comentario deberá ser realizado antes del viernes 1 de julio.

domingo, 20 de noviembre de 2011

Antigona en la Plaza (Sandoval García y Day) NUEVAMENTE ENVIADO


Antígona en la Plaza

La historia de un grupo de mujeres que comenzó en una Plaza de Buenos Aires y se extendió a lo largo y ancho del país.


El 24 de Marzo de 1976, un golpe militar destituyó a la entonces Presidente Constitucional María Estela Martínez de Perón. Los militares golpistas manifestaron que venían a poner "orden", pero el orden que impusieron fue el del terror y la muerte.
La desaparición forzada de personas comenzó en Argentina antes del golpe de 1976, pero con la dictadura se termino de afianzar.
Así todos los días y noches, a lo largo de todo el territorio Argentino, se realizaban operativos durante los cuales hombres y mujeres, niños, adolescentes y ancianos, eran secuestrados en la calle, sus propios hogares, lugares de trabajo, lugares de estudio, etc., desconociéndose su paradero desde ese momento.
Ante esta situación la lógica reacción de los familiares fue buscarlos, yendo día tras día a las comisarias, juzgados, iglesias y dependencias militares a buscar información sobre sus familiares desaparecidos. En este largo recorrido para conocer la suerte corrida por sus hijos, maridos, esposas, padres y hermanos empezaron a encontrarse y a relacionarse. No es casual que las organizaciones que más peso tuvieron en la búsqueda de justicia en Argentina hayan sido los grupos de familiares: Madres, Abuelas, Hijos, Hermanos.
Y es en este contexto donde surge el mayor símbolo nacional e internacional de resistencia a las dictaduras: las Madres de Plaza de Mayo.
Varios autores han relacionado el mito de Antígona con este grupo de mujeres, ya que ven replicado en la lucha de las Madres el mandato familiar de enterrar al ser querido, fundado en el lazo de sangre y no en la razón de Estado. En ambos casos el poder fue sordo a sus reclamos, así es como Antígona será condenada a muerte y las Madres sufrirán la persecución, pero la gran diferencia es que las Madres "van a dar un paso más allá: ya no sólo reclamarán por el hijo propio, sino por todos los hijos, y ya no sólo fundamentarán su reclamo en el lazo de sangre, sino en una razón política"; y al socializar la maternidad se convierten en el actor político de más peso en las últimas décadas de la Argentina.
Hebe de Bonafini explica muy bien esta decisión  "El dolor tan tremendo que teníamos por el secuestro de  nuestros hijos se convirtió en un motor de lucha. Y fue haciendo que naciera entre nosotras la unidad, un sentimiento de identidad colectiva, un impulso de luchar y de hacer todas las cosas juntas. Entonces fue cuando un grupo importante de madres decidimos socializar la maternidad. No podíamos seguir siendo madre de uno solo y pelear nada más que por nuestro propio hijo, sino que debíamos convertirnos en madres de todos los hijos secuestrados y desaparecidos."
El caso que mejor ejemplifica este sentimiento colectivo que había nacido entre las Madres es el de Esther Ballestrino de Careaga cuya hija Ana secuestrada y desaparecida, fue liberada en octubre de 1977, sin embargo ella siguió militando junto a las madres porque según sus propias palabras seguiría trabajando "hasta que aparezcan todos, porque todos los desaparecidos son mis hijos". Esther fue secuestrada el 8 de diciembre de 1977 junto a otros familiares que se reunían en la Iglesia de la Santa Cruz, fue llevada a la ESMA y estuvo desaparecida hasta el 8 de julio de 2005 en que gracias al trabajo del Equipo Argentino de Antropología Forense, fueron individualizados sus restos que hoy descansan en el jardín de la misma Iglesia de la que fue secuestrada.
Estas mujeres no estaban preparadas para la lucha que tendrían que enfrentar, pero un día una de ellas, Azucena Villaflor propuso entregar una carta a Jorge Rafael Videla, y así fue como las madres empezaron a concurrir todos los jueves a Plaza de Mayo, un día un policía les comentó que no podían quedarse allí porque había estado de sitio y les ordenó circular, por ende,  las madres comenzaron a caminar alrededor del monumento a Belgrano. Un tiempo después "movieron" su marcha alrededor de la Pirámide de Mayo, en el centro de la plaza, y desde entonces, allí es donde han marchado todos los jueves.
Con el objeto de reconocerse, comenzaron a usar un pañuelo blanco en la cabeza que se convirtió en su símbolo.
Al principio los militares no tomaron conciencia  del impacto que tendrían esas mujeres, Mirta Baravalle dice al respecto "Creo que les sorprendió y que no supieron valorar lo que iba a significar aquello cuando empezamos a reunirnos en la Plaza de Mayo. Una mañana estábamos cinco mujeres, cinco madres que buscábamos a nuestros hijos detenidos, frente a la Casa Rosada y cinco soldados vinieron a ordenarnos que nos retirásemos. Entonces tres nos sentamos en un banco y Azucena Villaflor se puso a tejer. Ella nos convocó a volver a la plaza hasta ser escuchadas, y el día siguiente ya fuimos catorce mujeres. Después el grupo creció enseguida… Claro que sorprendimos a los militares. Si hubieran sabido en ese momento lo que las madres llegaríamos a significar nos habrían hecho desaparecer entonces".
Cuando los militares deciden actuar y secuestran a tres madres, las mencionadas Azucena Villaflor y Esther Ballestrino de Careaga y a María Ponce de Bianco, ya era tarde. Las Madres de Plaza de Mayo, ya se habían convertido en los actores de la resistencia más fuerte contra la dictadura. Como tan bellamente describió Julio Cortázar "Lo irracional, lo inesperado, la bandada de palomas, las Madres de Plaza de Mayo, irrumpen en cualquier momento para desbaratar y trastocar los cálculos más científicos de nuestras escuelas de guerra y de seguridad nacional".
Con el paso del tiempo fueron escuchadas y adquirieron fuerza mientras que su prestigio creció en todo el mundo; a punto tal que en otros países de América Latina y de Asia donde se sufría del mismo mal, surgieron grupos de Madres que imitaron la acción de las Madres de Plaza de Mayo
Pasaron 35 años. 35 años de lucha y de compromiso por la misma y por sobre todas las cosas de amor, amor por sus seres queridos detenidos y desaparecidos, y aún hoy, las Madres de Plaza de Mayo continúan haciendo su marcha alrededor de la pirámide de Mayo todos los jueves a modo de afirmación de la vigencia de sus demandas.

Sandoval García, Macarena y Day, Julia 4to 4ta T.T.
 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario