En el mundo musulmán, la revolución islámica se convirtió en una alternativa frente a la occidentalización
A comienzos de la década de los ochenta, el mundo se encontró ante la primera revolución islámica del siglo XX. El fundamentalismo islámico dio lugar a a y se afirmaba un plan de acción político que llevo a los líderes religiosos al poder en Irán. Este ascenso propicio una serie de reformas internas apegadas a la ley islámica. De esta manera, el pueblo iraní recuperaba su identidad persa e islámica y se afirmaba frente al mundo occidental.Desde 1941 Irán estaba siendo gobernado por el sha Mohamed Reza Pahlevi (hijo del creador del Estado de Irán, Reza Khan). El reino dependía de la producción petrolera, en manos de empresas británicas y estados unidos que solo beneficiaba a la familia real, mientras que la mayoría de la población estaba sumergida en la pobreza y responsabilizaban de esta situación a los países occidentales que explotaban al pueblo iraní manipulando al sha.
Cada vez hubo creciente oposición contra el sha, por parte de un sector de los practicantes del islam shiíta, por el Frente Nacional, el Partido Comunista Tudeh y los guerrilleros fedayín (marxistas) y mujaidin (integristas) que conformaron la base de la resistencia.
En 1977 se iniciaron los disturbios estudiantiles y las huelgas que terminaron dos años después con la huida del sha. El ayatollah Ruhollah Jomeini dirigió el movimiento desde su exilio en Francia y a su regreso en 1979 se convirtió en el guía de la revolución triunfante.
Una nueva constitución transformo el país en una república islámica y se instauro un régimen teocrático al mando del líder espiritual. Para consolidarlo, los jomeinistas persiguieron tanto a los simpatizantes del sha como a sus antiguos aliados liberales y comunistas. El petróleo y otras empresas estratégicas fueron nacionalizados, se disolvieron las instituciones de sha y se introdujo la ley islámica
Del mismo modo, se emprendió la destrucción de todo vestigio de la influencia occidental e incluso la muchedumbre asalto la embajada de EEUU, en Teherán, y tomo como rehenes a 65 funcionarios, sin que su gobierno pudiera rescatarlos a lo largo de 15 meses.
La revolución islámica se convirtió en una alternativa al capitalismo y al socialismo en el mundo musulmán. Para evitar su expansión por otros países islámicos, las potencias occidentes y la URSS hicieron todo lo posible por mantener a Irán aislado de la comunidad internacional.
Asimismo, entre 1980 y 1988 apoyaron a Irak en la guerra fronteriza que sostuvo contra Irán, la cual tuvo pérdidas humanas y económicas incalculables (Irak creyó que podría cobrarse el favor invadiendo Kuwait, pero EEUU e Inglaterra le hicieron la guerra entre 1990 y 1991)
A la muerte de Jomeini en 1989, le sucedió como guía espiritual de la nación Ali Jamenei, que hasta entonces había sido presidente. El nuevo presidente electo fue Ali Akbar Hashemi Rafsandjani, cuya inclinación hacia la moderación política y la apertura economía lo llevo a enfrentar a Jamenei. Sin embargo, la paulatina preeminencia de los moderados sobre los radicales se tradujo al triunfo electoral de Mohamed Jatami en 1997. Bajo su mandato se ha reformado el régimen a favor de una sociedad islámica menos severa
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