M. G. llegó a la Argentina en el año 1948.
Años antes, allá por 1929, M .G nacía en Nanesti, pequeño pueblo de la Transilvania , Rumania. Vivió allí hasta los 14 años.
Paralelamente, en el mundo, EEUU con el Plan Dawes, comienza a dar préstamos a Alemania y entra en una fuerte crisis por una mala decisión económica: Hoover refuerza una política conservadora del Estado, lo que implica que deja de prestarle dinero a los países europeos. Esto disminuye la inversión de capitalistas, genera la caída de bonos y un gran desempleo.
En Alemania, Hitler afirmaba que iba a ganar la República , aunque su principal objetivo era destruirla desde adentro, vaciando el Parlamento y poniéndola en una consecuente crisis. En el 32, el Partido Nacional Socialista tiene mayoría en las elecciones y Hitler asume como primer ministro.
Simultáneamente, en la Argentina , Marcelo T de Alvear gobernaba del 22 al 28, donde comienza a reivindicar a las clases dominantes del país.
El año 1943 es determinante: las tropas alemanas invadieron el pueblo rumano, llevándose detenidos a M.G como a toda su familia. Fueron trasladados a campos de concentración, como otros tantos millones de judíos, hecho que supuso un antes y un después en la vida de muchas personas, incluida la de M.G. Esta decisión fue parte de la "Solución final", un plan de la Alemania nazi para ejecutar el genocidio de la población judía europea durante la Segunda Guerra Mundial. Esto supuso la deportación sistemática y el posterior exterminio de toda persona considerada étnicamente judía.
M.G. sufrió y padeció hechos que hasta hoy día, aproximadamente 70 años después, le son de difícil aceptación y de relatar, por lo cual estos detalles se van a omitir en el relato.
En el año 1945, M .G. fue liberado por las tropas aliadas, y trasladado por la Cruz Roja Internacional a un sanatorio de Berna, en Suiza, por encontrarse enfermo. Allí estuvo aproximadamente 2 años, donde aprendió diversos oficios que le permitieron desenvolverse en los años siguientes de su vida. Estando internado, trató de contactarse con hermanos mayores que habían emigrado a la Argentina con anterioridad a la contienda universal. Ellos ya vivían en Buenos Aires y tenían formadas familias; habían venido con el objetivo de escapar de la hambruna que azotaba a Europa.
Cartas iban constantemente a la Argentina , pero nunca volvían contestaciones de su familia, hasta que un día una hermana, buscando en las listas de la Cruz Roja Argentina , encontró el nombre de M.G. El hecho de encontrar el nombre produjo una inmensa felicidad en el núcleo familiar, que rápidamente buscó todas las formas posibles de lograr que M.G. llegase a la Argentina. Al principio no hubo éxitos: el gobierno peronista de esa época no permitía el ingreso de inmigrantes indocumentados aunque la reapertura de la inmigración europea de posguerra por el primer gobierno peronista en 1946 puso fin a su interrupción drástica desde 1930, arrojando un saldo neto de 463.456 personas ingresadas vía ultramar (2a. y 3a. clase) entre 1947 y 1951, las cifras más elevadas de los últimos treinta años. Los estudios sociales sobre este proceso inmigratorio han privilegiado especialmente los factores de atracción que ofrecía la próspera coyuntura económica argentina de la inmediata posguerra, el análisis de las estructuras demográfica y ocupacional de la oferta de mano de obra técnica y rural europea para los proyectos de industrialización y de modernización agraria. La reapertura de la inmigración europea fue planificada con la finalidad de incorporar mano de obra calcada para los proyectos desarrollistas del Primer Plan Quinquenal, en las ciudades y en el campo, teniendo muy en cuenta los excedentes de mano de obra que no encontraban trabajo en las economías arruinadas de posguerra en algunos países europeos. El boom durante los primeros años, con una tasa de incremento anual del PBI per capita que llegó al récord del 6,4% entre 1945-48, transformó a la Argentina peronista en un codiciado puerto de inmigración. Sin embargo, no todos los candidatos a inmigrar fueron aceptados por la nueva política inmigratoria argentina, que estableció un riguroso sistema de selección étnico-nacional, enmarcado mediante la vigencia de convenios inmigratorios bilaterales.
La gran inmigración europea a la Argentina generó el surgimiento de nuevas ideologías, como el anarquismo y el socialismo. En estos años se formó el Partido Socialista.
M.G. llegó a Río de Janeiro y de allí fue a Paraguay, donde residió un par de meses, aprendió a hablar y escribir en castellano. Afortunadamente, consiguió llegar a Buenos Aires en agosto de 1948 gracias al capitán de un barco que lo logró subir a su barco, reencontrándose aquí en la Argentina con sus hermanos y familiares.

Ya en la Argentina, M.G. comenzó a desarrollarse en su vida laboral: trabajó en diversos oficios y vivió en casa de su hermana, en el barrio de la Boca, que lo hospedó con mucha amabilidad. Trabajó como joyero, oficio que aprendió allá en Berna, por un largo tiempo. En 1958 su vida dio un vuelco positivo: conoció a E.S. Unos años después, M.G. y E.S. se casaron y tuvieron dos hermosas hijas, formando una familia feliz.
En la Argentina, M.G. trabajó además en un banco y de taxista. También aprendió a trabajar el cuero y tuvo una empresa de fabricación de ropa.
Actualmente, con sus 82 años, M.G vive con E.S. en el barrio de Chacarita, la ciudad de Buenos Aires, agradecido de poder haber emigrado a la Argentina después de todas las peripecias que le deparó su vida. Dice la casualidad de la vida, que, 70 años después, sus nietos, al igual que lo hicieron sus dos hijas, asisten al colegio en la calle M. T de Alvear; aquel que era presidente cuando M.G estaba por nacer.
Nos, los representantes del pueblo de la Nación Argentina , reunidos en Congreso General Constituyente... [ ]... para nuestra posteridad y para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino...
Nota: ¡MG y ES son mis queridos abuelos maternos!
Links internos y externos
Internos:
Carpeta con apuntes tomados en clase
Externos:
Entrevista a M.G. y E.S. (agradecimientos por la ayuda).
Brunito: la verdad es que me encanto la historia, tiene un final re tierno y sobretodo se nota que le pusiste amor (es en serio, se nota cuando alguien hace algo con ganas). Es llevadera, no te cansa y eso es muy importante. Lo único que tal vez no lograste, es contar la historia a través de un personaje que haya vivido el contexto histórico-político-social (que vos conseguis enmarcar muy bien)y que lo cuente como experiencia propia... mas bien es la historia que VOS contas sobre ese personaje.
ResponderEliminarMás allá de eso, creo que hiciste de la historia una conexión de hechos y datos que dejan muy claro el horror que padeció tu abuelo allá (la europa nazi, más precisamente Rumania, donde nació) y cómo tuvo que adaptarse acá a la vida porteña, a la vida de los argentinos con todas las limitaciones que imponía el contexto histórico de nuestro país en las diferentes éspocas políticas y sociales.
Resumiendo: El relato es divertido, llevadero (y muuuuy tierno...por el final claro, no por los hechos que cuenta, de más está decir). Es muy claro en términos históricos y muy bien entrelazados los hechos.
Como contra, eso, que no supiste encararlo desde un personaje que lo haya vivido... es un cuento TUYO. Pero por lo demás me encantó :)