Nicholas Muller nació en 1921 en Alemania, en el marco de una familia alemana de clase media, compuesta por su padre Albert, su madre Alice y su hermana 3 años mayor, Emma. Desde que el nació, y hasta un poco antes, su familia como toda Alemania había sufrido las consecuencias del tratado de Versalles, por lo que Nicholas se crió en una familia con mucho rencor hacia otros países y con el consecuente nacionalismo en desarrollo.
Aún así, Nicholas vivió su infancia en un ámbito de mucho amor. Aunque este amor provenía principalmente de su madre. Con su padre nunca tuvo una gran relación, ya que casi nunca estaba en la casa, y cuando estaba, estaba en su oficina bebiendo un vaso de whisky. Albert trabajaba en una empresa automotora, era un alto ejecutivo
De chiquito fue a una escuela privada alemana, donde compartió su niñez con sus amigos. Nunca tuvo problemas, ya que la mayoría de la gente con la que se relacionaba era de su misma clase, de familias parecidas. Nunca había nada extraño, nada nuevo, nada que no conocieran.
Terminando su escuela primaria, fue testigo de algunos cambios que se sucedieron en su familia, desde la llegada del partido Nazi al poder alrededor del 1933. La empresa en la que trabajaba su padre, comenzó a progresar a un nivel impresionante, por lo que su familia se mudó de casa, a un nuevo barrio de un nivel adquisitivo mucho mayor, con muchas mas comodidades de las que tenía en su antiguo barrio. Todos estos fueron factores para que su familia brindara un apoyo incondicional al Partido Nazi, y una devoción inimaginable hacia su líder, Adolf Hitler. Y por supuesto, Nicholas que aunque mucho no entendía de política, estaba feliz al ver que venían tiempos mejores. Todo este aprecio hacia el nuevo orden se materializó en 1934, cuando Hitler asumió como presidente de Alemania. Fue uno de los días de mayor alegría de su vida, en el que con toda su familia saliò a festejar a la plaza del pueblo y luego a la noche siguió el festejo con una cena familiar.
Pero este año, 1934, fue un año muy difícil para Nicholas. Comenzó en su nueva escuela, donde no tenía ningún amigo. No se podía adaptar al nuevo grupo, y siempre terminaba siendo el objeto de burla, sólo por el simple hecho de ser el nuevo. Realmente odiaba ir a la escuela, odiaba el sentimiento de sentirse apartado del resto.
Un día, en la hora de biología, la profesora sorteó las parejas para un experimento. A Nicholas le tocó con Rachel, una chica medio tímida, pero con unos ojos que lo dejaron encantado desde el primer momento en que sus miradas se cruzaron.
Desde ese momento, ir a la escuela ya tuvo un sentido: Rachel. Ellos dos se apegaron mucho, ya que ambos estaban sin amigos. Pero Nicholas no quería ser simplemente un amigo, y luego de un año de amistad, tarde cuando él la acompañaba a su casa, le dio el primer beso. Algo que fue inolvidable para los dos. Ese día, Nicholas y Rachel juraron amor para toda su vida.
Pero como dice el dicho: "nada es para siempre". Y a pesar de que ellos no lo supieran, sus vidas iban a dar un vuelco impensado por ninguno de los dos.
Una mañana de 1935, Nicholas se vistió como cualquier otro dia para ir al colegio, pero al llegar y buscar esos ojos, esa mirada de Rachel, no los encontró. Algo muy raro, ya que Rachel no faltaba nunca, ya que era una alumna ejemplar. Pero Nicholas pensó que seguro era un resfriado lo que impedía que esté en el colegio, por eso no se preocupó demasiado. Pero al otro día fue igual. Y al otro también. Y al otro. Así que ya cumplida la semana que no se veían, Nicholas fue a buscarla a su casa. Pero para su sorpresa, no encontró nada. La casa estaba vacía, abandonada. Sin ningún rasgo de vida alguna. "No puede ser - pensaba Nicholas-. Se fue, y sin despedirse. No puede estar pasando esto" Lo que Nicholas no sabía era que Rachel era judía. Y en ese año, Alemania había elaborado las Leyes de Nuremberg1, unas leyes totalmente antisemitas que prohibían a Rachel y a su familia cosas como ir a la misma escuela que los alemanes arios, o cosas tan simples como ir al cine o a la plaza. Y es por eso que su familia decidió irse a Polonia, donde los abuelos de Rachel vivían. Pero fue tal la desesperación de la huída que no le dieron tiempo de que ella se despida de Nicholas, ni siquiera un simple adiós. Pero Nicholas nunca le encontró la explicación a esto, solo sabía que Rachel no estaba. Y a partir de ahí, todo su mundo se vino abajo.
Desde la llegada de Rachel a su vida, nunca había estado solo. Y estar sólo de nuevo fue algo que él no podía tolerar. Quería dejar la escuela, dejar todo. Lo único que le hacía bien era estar en su casa, sólo y sin nadie, y así podía recordarla.
Necesitaba hablar con alguien para pedirle ayuda. Así, a pesar de su mala relación, se sentó en la oficina de su padre y esperó a que pudiera hablar con él, para que le cuente todo lo que pasó. Albert le sugirió una cosa: "Estamos en una época dorada hijo. Alemania por fin es el país que mereció ser desde un principio. Y es por eso que todos debemos dar nuestro apoyo al régimen Nazi y a Hitler. Por eso debes interesarte más en política, asistir a reuniones, quien dice que no te quieras enlistar en el ejército en un par de años. Así conocerás mucha gente, y ya ni te acordaras esta chica."
Siguiendo con los consejos de su padre, Nicholas empezó a asistir a reuniones políticas para jóvenes y adolescentes, y se empezó a involucrar con el Nazismo. Su nuevo corte de pelo, su nueva vestimenta, la cinta roja, fueron objetos que lo empezaron a integrar con todos sus compañeros de similar ideología. Así evitó la soledad nuevamente.
Pasaron un par de años, hasta que a la edad de los 17, Nicholas, ya totalmente involucrado con el Partido, sus costumbres y su ideología, decidió junto con algunos amigos, formar parte de las filas del ejército Nazi, donde se destacó por sobre los demás, principalmente en la Invasión a Polonia2 en 1939, y es por eso que a la edad de los 20 años, en 1941 lo ponen a cargo de una tropa y lo envían a luchar en la invasión alemana contra la Unión Soviética. En este conflicto fue donde recibió un disparo en el hombro, por lo que lo tuvieron que internar y lo llevaron de inmediato de vuelta a Alemania, donde luego de un año de recuperación pudo volver a las tropas. Pero esta vez, le dieron el rango de General, y lo mandaron para que controle al Gueto de Lodz, en Polonia. Su tarea consistía en inspeccionar que todo funcione normalmente, y que no hayan subversivos amenazando por el campo.
Un día, a Nicholas le llegó un mensaje que tenía que ir a reprimir a un grupo de revoltosos que se revelaron en el Gueto3 de Lodz y se rehusaban a acatar ordenes. Así, recorriendo las calles del amplio Gueto, llegó a donde se encontraban los subversivos. Pero de repente, vio algo que jamás en su vida hubiese imaginado, ni deseado ver. Esa mirada nunca se la hubiese olvidado, ni aunque hubieran pasado cincuenta años. Sí, era Rachel. Y Nicholas tuvo una sensación muy similar a la que había sentido cuando Rachel lo había dejado, pero esta vez mezclado con un poco de asco y vergüenza. Al fin entendió todo, el por qué de la desaparición de Rachel.
No podía creer tener que eliminar a la que había sido y es el amor de su vida. Estaba en un gran dilema. Si hacerles caso a sus superiores, y reprimir o salvarla. Pero su amor pudo más que todo, y una noche cuando nadie estaba observando, se llevó a ella y a su familia fuera del campo. Rachel estaba muy asustada, hasta que por fin pudo ver quien era su secuestrador, Nicholas. Ambos se abrazaron y besaron como si el amor nunca se hubiera perdido, y junto a la familia de Rachel se escaparon de Polonia y del ejército Nazi para empezar una vida nueva, juntos al fin.
1: Las Leyes de Núremberg fueron unas leyes de carácter antisemita en la Alemania nazi adoptadas por unanimidad el 15 de septiembre de 1935
2: La invasión a Polonia en 1939 fue la que, según muchos autores, dio el origen a la segunda guerra mundial.
3: Durante el régimen nazi, Alemania reintrodujo el sistema de "guetos" en Europa Oriental para agrupar a la población judía.
Párrafo síntesis:
Este artículo narra la vida de un joven alemán criado en una familia nazi, que conoce al verdadero amor de su vida, Rachel, que es de origen judío. Él no lo sabe, y un día descubre que su amada desaparece sin ninguna explicación. Al ver eso, se concentra en la política y el ejército, y combate en varias batallas junto al ejército nazi. Luego de unos años le encomiendan controlar el gueto donde habían llevado a Rachel, y al verla le surge el dilema de salvarla y traicionar a su país, o dejarla morir como su ideología dice que merece.
Imagen:
Esta imagen muestra a los soldados nazis irrumpiendo en Polonia.
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Pudiste intercalar muy bien lo que es la historia de tu personaje con los datos históricos. Me gusta el punto de vista de donde encaraste el nazismo, es decir, se ven mas interpretaciones de las que fueron las víctimas de este proceso, pero elegiste verlo desde el lado de un chico alemán que, influenciado por su padre y sus alrededores, se mete en el ejército y sigue la linea ideológica nazi,
ResponderEliminaraunque su amor era hacia una judía. Me cuesta encontrar una debilidad, porque me parece que tanto la idea , la historia y la redacción de la misma están bien. Por ahí el hecho de que es medio utópica, ya que se dieron todas las condiciones para que se reencuentren y la salve a Rachel. Si bien hubo judíos que se salvaron. Matilda.
Qué historia de amor!, y qué dilema. Buena combinación de ficción con momentos y realidades. Trabajo aprobado.
ResponderEliminarComentario adecuado. Aprobado.